18Nov
Las carretillas elevadoras son el partner perfecto en cualquier espacio de trabajo y almacenamiento. Las carretillas elevadoras nos permiten manejar fácilmente todo tipo de mercancías, con lo que el almacenaje, carga y descarga se hace más sencillo, tanto en trabajos de movimiento de cargas en interiores como en exteriores.
Llamamos carretillas elevadoras frontales a las máquinas formadas por un contrapeso en su parte trasera y una horquilla en la delantera cuyo uso está destinado a subir, bajar y transportar diferentes tipos de cargas. Además, por lo general, su eje directriz es el trasero, hecho que le confiere una manejabilidad especial.
Las carretillas elevadoras son útiles en sectores y entornos muy variados, pero todos tienen algo en común: la necesidad de mover cargas. Por esta razoón, existen diversos tipos de carretillas elevadoras.
Podemos clasificar los diferentes tipos de carretillas elevadoras atendiendo a una serie de características que las diferencia. Estas son el motor, el tipo de tracción y la capacidad de carga.
Dependiendo del sistema que suministra la energía a la máquina, distinguiremos entre carretillas eléctricas y de combustión, normalmente diésel.
Las eléctricas se emplean, habitualmente, en interiores, como almacenes, ya que, gracias a su naturaleza, no generan ni ruido ni gases. Por contra, suelen tener una menor capacidad para levantar peso.
Las carretillas elevadoras de combustión cuentan con mayor potencia que las eléctricas, tanto para su movimiento como para la elevación. Esto las hace ideales para cargar mayores pesos y moverse más ágilmente por el exterior.
Si nos atenemos a la tracción de las carretillas elevadoras distinguiremos entre las que la tienen en un solo eje o las que lo tienen en ambos, las conocidas 4×4.
Las carretillas con tracción únicamente en un eje son las que, habitualmente, cuentan con un tamaño menor. Estas se mueven por terrenos sólidos, como en almacenes o campas, con superficies como hormigón o asfalto, por donde transitan sin dificultad.
Las carretillas todoterreno o 4×4, con tracción en ambos ejes, son las adecuadas para trabajar en terrenos irregulares, como por ejemplo en zonas de construcción. Al contar con tracción integral, pueden superar con más facilidad las deformidades del suelo, con lo que son perfectas para mover cargas en estas situaciones.
Cuanto mayor sea la carretilla elevadora, más KG y a una altura más elevada podrá llevar la carga. Pero no siempre más es mejor, ya que, una más grande será también más pesada y, por tanto, tendrá menor maniobrabilidad.
Las carretillas más pequeñas pueden elevar entre 1.500 y 2.000 kg. Son unas máquinas compactas, normalmente eléctricas, perfectas para trabajos logísticos en interiores. Sus medidas las hacen ideales para manejarse por los pasillos de almacenaje y, dependiendo del modelo, pueden elevar carga hasta casi 5 metros de altura.
En el rango de entre 2.000 y 2.500 kg encontramos las carretillas de combustión más utilizadas. Por un lado, las de tracción a un eje son de las más habituales. Estas, dependiendo del modelo, pueden llegar incluso a mover cargas de 3 toneladas, y su rango de altura va desde los 4 hasta los casi 5 metros.
Por otra parte, las de tracción integral, pueden cargar entre 2 y 2,5 toneladas, con un rango de elevación máxima de entre 3 y 4,5 metros. Debido a sus características especiales, son las que cuentan con mayores dimensiones.
Las carretillas eléctricas de 3.000 kg son la categoría a batería con más potencia. Estas son capaces de elevar hasta los 5 metros una carga de tres toneladas.
Consulta los modelos disponibles para el alquiler de carretillas elevadoras.
Para escoger correctamente el tipo de carretilla elevadora que mejor se adapte a nuestro trabajo, primero tendremos que analizar qué y dónde lo vamos a hacer.
Por una parte, la carga que vamos a manejar. El peso nos determinará el límite de la carretilla elevadora. De esta manera, si debemos mover bultos de 2.000 kilos o más, deberemos descartar por completo las eléctricas más compactas. También es importante la altura, ya que si tenemos que colocar palés sobre estanterías, deberemos saber el máximo que podemos alcanzar y, en consecuencia, escoger una carretilla elevadora que permita lograrlo.
Por la otra parte, el espacio dónde vamos a trabajar. Si va a ser en una obra, por ejemplo, donde el firme es todavía irregular, la elección es sencilla: una carretilla elevadora 4×4 o todoterreno. Pero en superficies duras, tenemos más posibilidades.
Si va a ser exclusivamente en interiores, las carretillas eléctricas pueden ser la mejor opción. Si se va a trabajar en exteriores, con distancias más grandes, es posible que una máquina de combustión nos sea más útil, ya que nos permitirá trabajar mucho más tiempo gracias a su autonomía más grande respecto a las carretillas eléctricas.
Como en casi todo, no hay una respuesta correcta, sino que cada trabajo de elevación de cargas tiene sus características especiales que le hacen más adecuado un tipo de carretilla u otra. Para poder escoger con la máxima precisión, lo mejor es ponerse en manos de personal profesional, como el de Maxim Domenech, que te ayudará a escoger la mejor maquinaria de alquiler para tus trabajos de elevación de cargas.
Las carretillas elevadoras son uno de los equipos más habituales en cualquier zona de trabajo, ya sea para cargas y descargas, mover mercancías, gestionar el stock… Pero para poder usarlas con toda seguridad, es importante contar con conocimientos adecuados sobre su correcto uso y para evitar riesgos laborales.
En Maxim Domenech impartimos periódicamente formación para el correcto uso de las carretillas elevadoras.