15Oct
Las máquinas han sido, desde su invención, un gran aliado para las personas a la hora de crear y construir. Pero al mismo tiempo, su uso ha ido creando un problema importante para el medio ambiente y, en especial, para la capa de ozono, ya que sus motores han sido responsables de la producción de importantes cantidades de gases contaminantes.
Desde hace unos pocos años los modelos eléctricos y a batería han ofrecido un nuevo panorama con una maquinaria mucho más responsable con el medio ambiente y, cada vez, con menos diferencia en cuanto a potencia y prestaciones respecto a los equipos con motores de combustión.
La maquinaria a eléctrica y a batería ofrece un importante abanico de ventajas, siendo por una parte más sostenible para el medio ambiente y, por otro, más cómodas y eficientes para quien las usa.
Características como la menor generación de ruido, el mantenimiento o la ausencia de gases son algunos de los beneficios que a continuación desgranamos.
Las primeras ventajas de la maquinaria eléctrica que se evidencian frente a la movida por motores diésel o gasolina son el ruido y los gases. Los motores accionados por corriente eléctrica no generan prácticamente ruido, por lo que las molestias que su uso provocan tanto en los operarios como en las personas que hay alrededor se reducen prácticamente a cero.
Además, este tipo de maquinaria no produce gases de ningún tipo, por lo que se convierten en herramientas perfectas para trabajar en zonas con poca ventilación y, además, no generan ningún perjuicio para el medio ambiente, al no emitir ningún tipo de contaminante.
La mecánica de sus motores también es más ventajosa en diferentes aspectos. En cuanto a su uso, el arranque es mucho más sencillo, ya que solo es necesario apretar un botón y el equipo está listo para usarse. Además, desde el mismo momento en que la accionamos, tenemos el máximo de potencia a nuestra disposición.
En lo que se refiere al su mantenimiento, por un lado, requiere mucho menos que los motores de combustión. Y en el supuesto de tener que reparar o cambiar algún componente, estos repuestos suelen ser bastante más económicos.
Si ya de sí comprobamos las mayores posibilidades que ofrece la maquinaria eléctrica frente a la accionada por motores de combustión, todavía se puede dar un paso más hacia adelante gracias a las baterías.
Hasta hace poco, las herramientas y maquinaria a batería ofrecían pocas posibilidades, ya que estas tenían poca autonomía y una potencia muy limitada, por lo que su uso se limitaba a equipos pequeños como destornilladores. Pero en la actualidad estas limitaciones van disminuyendo y cada día están más cerca de desaparecer.
La ventaja más importante de la maquinaria a batería es la libertad de movimiento, al prescindir de todo tipo de cables. Este mismo hecho, también ofrece una precisión mucho más grande.
También nos ofrece la oportunidad de trabajar en cualquier espacio, tanto interior como exterior, sin importar lo remoto que sea, porque ya no se depende de tener una toma de corriente al alcance.
Y, además, supone un importante aumento de la seguridad respecto a sus homólogos con cable, ya que hace desaparecer todos los riesgos al trabajar en zonas húmedas.
Al igual que en el transporte, los vehículos eléctricos van ganando terreno, en la construcción la maquinaria a batería va haciéndose
Hasta hace no demasiados años, solo encontrábamos pequeñas herramientas funcionando a batería: percutores, lijadoras, atornilladores… de baja potencia y con poca autonomía. Pero poco a poco, con el avance de la tecnología, la batería ha dado un gran salto hacia equipos más grandes y ofreciendo a los profesionales más autonomía de trabajo y rendimiento.
De esta manera, nos encontramos en la actualidad hablando ya no solo de herramientas a batería sino ya de maquinaria. Siendo ya habitual ver plataformas elevadoras, carretillas o excavadoras, funcionando gracias a las baterías, y siendo capaces de manipular cargas importantes y con la potencia y la autonomía suficientes para cubrir largas jornadas de trabajo.
Además las baterías y los equipos eléctricos ofrecen posibilidades tecnológicas como operar la maquinaria a distancia o des de casa, a través del control remoto, ya que el software que se utiliza para convertirlos se integra mucho mejor en sistemas eléctricos que en sistemas de combustión.
En definitiva, el camino hacia la electrificación de los equipos de trabajo y construcción se ha iniciado con paso firme y con toda la intención de terminar por dejar en un papel residual a los actuales de combustión. Este hecho ayudará en gran medida a conseguir que el sector sea mucho más respetuoso con el medio ambiente y, al mismo tiempo, más amigable también con las personas, tanto operarios como vecinos de las zonas de trabajo, ya que se eliminará tanto la emisión de gases como el ruido.