16Dic
El avance de la tecnología en este Siglo XXI ha abierto un abanico de posibilidades hasta hace poco inimaginables. Además, la situación derivada de la pandemia estableció un nuevo panorama en el que el teletrabajo dio un importante impulso al control remoto de todas las tareas que, hasta el momento, se hacían presencialmente.
En muchos sectores, esta migración telemática no supuso un gran cambio. Los puestos formados por una persona delante del ordenador practicante todo el día solo vieron modificada su ubicación -de la oficina al salón de casa- y las reuniones, de presenciales a la videoconferencia.
Pero, en cambio, otros puestos con gran carga presencial, como la construcción o la logística se pudieron realizar desde casa, algo imposible de imaginar pocos años atrás. ¿Cómo? Gracias a la tecnología más avanzada y al control remoto.
En los últimos años, han ido apareciendo diferentes máquinas controladas a control remoto pero de forma presencial. Es decir, a través de un mando, conectado al equipo por cable o de forma inalámbrica, se controlaban las acciones y movimientos.
Esta maquinaria se utiliza habitualmente en situaciones con ciertos riesgos para las personas, como por ejemplo en derribos, y de esta manera, se puede realizar los trabajos sin el riesgo de que la estructura caiga sobre un trabajador. También, últimamente están apareciendo marcas que apuestan por pequeñas excavadoras por control remoto en las que el operario, al estar fuera de la máquina, tiene una mejor visión del área de actuación.
Pero la situación pandémica ha elevado un escalón más el control remoto: desde casa. Gracias a la implantación del 5G, se ha conseguido poder manejar maquinaría de construcción como carretillas, excavadoras o carretillas desde el hogar del operario con los mismos dispositivos que, hasta el momento, se utilizaban para jugar.
En 2019, la mina china de Sandaozhuang implementó una red 5G en todas sus instalaciones. Con la llegada del confinamiento, esta tecnología permitió a sus empleados seguir manejando los vehículos y maquinaria, pero desde casa.
Las propiedades del 5G ofrece una conectividad de alta velocidad y baja latencia, con lo que los operarios pueden ver en tiempo real lo que está haciendo la maquinaria en la mina, continuando el trabajo con la misma eficiencia y delicadez que cuando lo hacían presencialmente.
La empresa norteamericana Phantom Auto ha desarrollado una tecnología para manejar las carretillas elevadoras desde el hogar de cada trabajador. De nuevo, debido a la pandemia, centros logísticos de Estados Unidos y Europa contaron con este sistema para continuar con el movimiento de sus almacenes sin poner en riesgo a su personal.
Con los mismos dispositivos habitualmente utilizados para videojuegos (volantes, pedales y joysticks), los operarios pueden manejar las carretillas por el almacén y manejar con toda la seguridad las diferentes mercancías. Además, estas carretillas cuentan con micrófonos y altavoces para poder escuchar los avisos de sus compañeros. Así pues, si hay alguien detrás de una carretilla, puede avisar a su conductor para que no le golpee al maniobrar, de la misma forma que ocurriría si estuviesen trabajando físicamente.
La compañía californiana Teleo promete llevar el control remoto a cualquier tipo de maquinaria, especialmente relevante para la construcción.
La empresa ofrece la oportunidad de convertir cualquier máquina, ya sean carretillas, cargadoras, excavadoras, dumpers… para ser manejada a distancia. Además, lo más importante del sistema, es que con el mismo dispositivo se pueden manejar maquinas diferentes. Con esto se consiguen trabajos mucho más flexibles y un ahorro en costes para la empresa.
Para poder conseguir esta transformación a maquinaria a control remoto se precisa de cobertura tecnológica de última generación: el 5G. Pero no solo se requiere en las instalaciones dónde trabajan las máquinas, sino en todo el territorio, para así poder garantizar una comunicación estable e inmediata entre el operario y el equipo manejado.
En España, la implantación del 5G avanza y llega al 75% del territorio, pero no lo hace en las mismas condiciones a todos los sitios. Las compañías han empezado por la instauración del sistema NSA que permite una instalación más fácil aunque no tan eficiente, ya que aprovecha las infraestructuras del 4G. Y a la vez, poco a poco van instalando la segunda fase, con el sistema SA, que utiliza ya una infraestructura propia y saca todo el provecho de la nueva tecnología, pero solo disponible en algunas ciudades.
Otro reto al que se enfrenta España con la instalación del 5G es la cobertura territorial. La conocida como «España vaciada» teme volver a encontrarse con la misma barrera que se encontró con el 4G, dónde hay zonas que acaban de conseguir llegar hace pocos meses a contar con ello. Por este motivo luchan para lograr que, a través de pequeños operadores, puedan acceder a la nueva comunicación al igual que el resto de territorio.