18Nov
Más del 30% de los residuos que se generan anualmente en Europa provienen del sector de la construcción en sus actividades de construcción y demolición. La reutilización y el reciclaje de los materiales en este sector es muy importante ya que contribuye a reducir la contaminación, al mismo tiempo que reduce los costes finales de la edificación, beneficiendo así a las empresas.
En este artículo, y para conmemorar el Día Mundial del Reciclaje, les explicamos cuáles son los residuos de este sector y sus características, su gestión y tratamiento a la hora del reciclado, y cuáles son las ventajas del reciclaje para las empresas constructoras.
Nos referimos a los residuos de la construcción y la demolición para hablar de todas aquellas sustancias u objetos que se generan en una obra. Solemos referirnos a mezclas heterogéneas como restos de hormigones, ladrillos, tierras, hierros, maderas, plásticos, cartones, papel, etc. Se trata de residuos que provienen de obras públicas o privadas como demoliciones, rehabilitaciones, reformas, obras nuevas y construcciones. Todos estos residuos ocupan un gran volumen de espacio y son, en su mayoría recuperables y reciclables.
Existen, por lo general, dos tipos de RCD:
A través del reciclaje de los residuos podemos conseguir su reutilización, para poder reintroducirlos en el ciclo de producción. De esta manera, reducimos el consumo de materias primas y el volumen total de residuos.
A continuación os citamos los residuos más comunes y su manera de ser reciclados:
El acero puede ser infinitamente transformable en nuevos objetos sin que su calidad se vea alterada. Lo obtenemos de la combinación del mineral de hierro y carbón, también del reciclado de chatarra.
El hormigón es uno de los más voluminosos residuos de la construcción. Cuando lo reciclamos obtenemos un agregado de hormigón que puede utilizarse para el subsuelo y también para crear nuevos elementos en la estructura de una construcción. Se ha comprobado que el hormigón reciclado es altamente resistente y mucho más ligero, lo que reduce el peso total de la estructura nueva que se va a construir. Al mismo tiempo es más fácil de transportar y, en consecuencia acaba reduciendo los costes totales de un proyecto de construcción.
La madera más dura, si se conserva adecuadamente puede durar cientos de años y reutilizarse para diversos fines. Pero las maderas más blandas pueden también reciclarse, convirtiéndose en materias primas, como paneles, láminas, o incluso biomasa.
El yeso reciclado conserva las mismas características físicas y mecánicas que el yeso convencional a un coste relativamente bajo.
El poliestireno expandido, o EPS, es un material que también puede reciclarse. El EPS se convierte en una materia prima para la fabricación de nuevos productos de plástico cuando se tritura y compacta. Se puede utilizar para acabados o incluso en pinturas.
El reciclaje del vidrio, como ventanas o puertas, es de difícil reciclaje debido a su diferente composición química. Aun así, puede fundirse y remanufacturarse en fibra de vidrio, incorporarse al asfalto o incluso combinarse en pinturas reflectantes. El vidrio roto se puede también mezclar con hormigón y crear pisos y encimeras de granito.
Algunos de estos materiales adicionales, pueden tener también opciones de reutilización y reciclaje. Existen otros más difíciles de reciclar como las pinturas o solventes químicos y los adhesivos. Estos últimos exigen de un cuidadoso tratado para poder reducir al máximo su impacto en el medio ambiente.
La gran cantidad de residuos y su mala gestión son las causas principales del impacto medioambiental que genera el sector de la construcción. Los residuos si no se reutilizan y reciclan acaban en vertederos lo que provoca un gran impacto visual y paisajístico, además que su mala gestión provoca la contaminación de suelo y acuíferos, y el desaprovechamiento de muchas materias primas que podrían ser reutilizadas en posteriores construcciones.
La mayor de las dificultades en el reciclado de estos materiales es su correcta separación. Muchos de los materiales que hemos mencionado anteriormente están unidos a otros. Algunos por su diferente densidad son fácilmente separables, como la madera, el papel o el plástico, pero otros, sobre todo los pétreos (hormigón, piedra, cerámica…) son mucho más complicados de separar y en consecuencia de reutilizar o reciclar.
Muchas veces el gran volumen de residuos y la escasez de espacios donde poner contenedores y poder gestionar in situ su separación tras una demolición, provoca que estos lleguen ya contaminados y mezclados a las plantas de reciclaje o acaben directamente en vertederos.
En Maxim Domenech disponemos de pinzas hidráulicas para midi excavadoras. Ideales para la demolición selectiva, la clasificación de material reciclable y la carga de diversos materiales.
Otra de las dificultades es la concepción arquitectónica, la cual tampoco ayuda a un posterior reciclado una vez se demuela el edificio. Pocos son los edificios en los que se ha tenido en cuenta el posterior desmontaje y separación de los materiales de construcción. Una de las soluciones a este problema es la construcción circular con la que se construye a partir de materiales más saludables, y que puedan ser reutilizados de forma indefinida sin perder su calidad. Un ejemplo es el Gonsi Sócrates (Viladecans, Barcelona), construido 100% bajo el modelo de construcción circular.
Otro ejemplo de este tipo de construcción es el edificio Agora Garden (Taipéi, Taiwán), levantado completamente con materiales reciclados o reciclables. La infraestructura está provista de sistemas de reciclaje de agua y residuos orgánicos, así como de nanotecnologías de última generación como la integración de energía fotovoltaica. Además, su jardín vertical es capaz de absorber hasta 130 toneladas de C02 anualmente.
El reciclaje de los residuos de obra es uno de los aspectos más importantes para frenar el impacto ambiental que genera el sector de la construcción. Su gestión y las leyes en torno a ello han avanzado mucho los últimos años y el reciclaje de los residuos ya forma parte de los procesos de producción en una construcción o demolición. El reto ahora consiste en maximizar la reutilización y, sobre todo, en cómo las empresas pueden convertirse en las propias generadoras de nuevas materias primas para su sector.
El proceso del reciclado aporta grandes beneficios a las empresas constructoras porque:
Si las empresas optan por reciclar los materiales de construcción, tendrán que comprar menos materiales nuevos. Lo que reduce el coste del proyecto. Este reciclaje también hará ahorrar costes de transporte y eliminación de residuos. Es menos costoso reciclar los materiales que deshacerse de ellos.
El reciclaje también ayuda a conservar la energía, ya que convertimos materiales como el hormigón o el asfalto en nuevos y útiles materiales que podrán ser utilizados en una nueva construcción. De esta manera, no hay necesidad de eliminar estos recursos lo que supone no solo un ahorro de materiales sino también un ahorro de la energía.
A través del reciclaje, los materiales de construcción usados se convierten en nuevos materiales de construcción. Como hemos dicho, esto reduce el volumen de residuos que se desechan en los vertederos.
Los residuos de la construcción pueden ser utilizados para crear otros productos como azulejos, planchas de hierro, yeso, cemento, ladrillos, entre muchos otros materiales. Estos materiales de construcción pueden venderse y generar más ingresos y también más empleo
Para destacar y ser competitivas, las empresas deben conseguir minimizar sus costes y aumentar sus beneficios. A través del reciclaje de los residuos la empresa podrá ahorrar en los gastos de compra de nuevos materiales. Este ahorro puede llevar a nuevas actividades de comercio o nuevos servicios en la empresa. Y estas actividades podrán atraer a más clientes lo que finalmente y, por lo tanto, la empresa seguirá siendo relevante en el sector.
Para finalizar, hemos visto como los materiales de construcción son muy importantes para permitir el comienzo y la finalización de cualquier proyecto de construcción. Estos materiales son necesarios, y una empresa no puede prescindir de ellos. Pero lo que sí que pueden hacer las empresas para ahorrar en los costes es reciclarlos. Esta opción no solo ahorrará costes, sino que también generará más ingresos a través de los productos fabricados.
Por otro lado, para mejorar nuestro entorno y hacerlo más sostenible hay que conseguir reutilizar y reciclar al máximo los materiales, para así reducir el volumen de los vertederos y su coste sobre el medio ambiente y sobre nosotros mismos.