16Dic
Cada edificación que se realiza tiene consecuencias para el medio ambiente, por este motivo es muy importante estas sensibilizado en el cuidado del entorno. En este sentido, el sector de la construcción es uno de los que más impacto genera, por este motivo cobra especial relevancia construir de una manera sustentable para un futuro ecológico.
La construcción de edificios e infraestructuras es el mayor impacto que los seres humanos provocamos en la naturaleza, consumiendo la cantidad más grande de material para edificar y el número más importante de energía para operar.
Por este motivo, dependiendo de la forma en que se construyan los edificios, la fuente de la que procedan los materiales y los métodos con los que se produce la energía son clave a la hora de garantizar el mínimo impacto posible sobre el medio ambiente.
Según las decisiones que se tomen a lo largo de la realización de una obra, el impacto sobre el medio ambiente será más o menos negativo. Fundamentalmente se pueden dividir en dos ámbitos: los materiales y la energía.
La elección de los materiales que se usarán para realizar la construcción resulta determinante. Habitualmente se utiliza acero, cobre, vidrio, madera y polímeros, entre otros, y la forma en que se obtienen implica la destrucción de energía y hábitat. En cambio, si estos materiales se adquieren de orígenes sostenibles, como madera de bosques gestionados o acero y aluminio reciclado, se reduce de manera significativa el impacto creado. Podéis conocer más sobre este tema en nuestro post de La importancia del reciclaje de residuos en la construcción
La energía es importante tanto en la construcción como en el posterior uso de la infraestructura. Por un lado, durante la obra, se consume una gran cantidad de energía de combustibles fósiles que emiten CO₂ y contaminantes atmosféricos. Y posteriormente, durante el uso del edificio, este consumirá la energía propia de, por ejemplo, los sistemas de iluminación o climatización. Encaminar la construcción con sistemas de autoconsumo, como placas solares y turbinas eléctricas, reducirán el uso de electricidad. Dotar la infraestructura de un sistema de iluminación natural y climatización pasiva ayudará también a requerir un menor consumo de energía.
Se denomina una construcción ecológica o sustentable cuando esta reduce de manera significativa o elimina por completo el impacto negativo que el edificio tiene sobre el medio ambiente y sobre sus habitantes.
Para poder considerar una infraestructura como sustentable, cabe considerar cinco parámetros básicos:
Cuando se cumplen estos requisitos, la construcción se puede considerar ecológica y aporta una serie de ventajas ambientales, económicas y de salud, ya que reducen el impacto ambiental, mejoran el balance económico y ofrecen un mayor confort para el ocupante. Y, además, añade una serie de beneficios económicos, ya que se reducen los costes iniciales y operativos, se realza el valor de la propiedad, disminuyen los riesgos y se optimiza el ciclo de vida del edificio.
La importancia de construir de una forma responsable con el medio ambiente queda de manifiesto cuando se recuerda que los edificios representan mundialmente el 17% del uso de agua fresca, el 25% del uso de madera, el 33% de las emisiones de CO₂ y el 0% del uso de energía y materiales. Por ese motivo hemos de mirar y obrar para una construcción sustentable que reduzca el impacto al medioambiente y garantice un futuro ecológico.
Argentina GBC, 2018, ¿Cómo afecta la construcción al medio ambiente? ¿Qué hacemos para minimizar el impacto?
Argentina GBC 2021, ¿Qué es Sustentable?
Maxim Domenech, 2021, La importancia del reciclaje de residuos en la construcción
Imagen Amager Bakke: fuente Wikipedia